Tiroides
La Tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el centro del cuello, tiene dos lóbulos y en algunos pacientes adicionalmente un lóbulo piramidal, se ubica debajo de la laringe y en íntima relación con la tráquea, el esófago, el nervio laríngeo recurrente y algunos vasos sanguíneos cervicales.
¿Cómo es la tiroides?
La tiroides tiene forma de pajarita. Sus dos lóbulos se sitúan a ambos lados de la tráquea en la parte frontal de la garganta y se unen por una tira de tejido denominada istmo. Aunque se encuentra cercana a la piel, la tiroides es normalmente pequeña y blanda, y apenas puede ser palpada a través del contacto con la piel.
La tiroides está compuesta por dos conjuntos de células que segregan hormonas cuya producción depende de la capacidad del organismo de extraer el suficiente yodo de los alimentos ingeridos.
¿Cuáles son los signos y síntomas del hipotiroidismo?
Los síntomas del hipotiroidismo se manifiestan lentamente, generalmente con el correr de los años. Al principio, sueles sentir cansancio o pereza. Más adelante, puedes desarrollar otros signos y síntomas de un metabolismo ralentizado, incluyendo:
- Sensación de frío cuando otras personas en verdad no lo sienten
- Estreñimiento
- Debilidad muscular
- Aumento de peso a pesar de ingerir la misma cantidad de alimentos que acostumbras
- Dolor articular o muscular
- Sentimiento de tristeza o depresión
- Sensación de agotamiento
- Piel pálida y seca
- Cabello fino y seco
- Ritmo cardíaco lento
- Disminución en la sudoración
- Hinchazón en el rostro
- Voz ronca
- Sangrado menstrual más intenso de lo normal
Enfermedades comunes de tiroides
Bocio
El bocio es un agrandamiento del tamaño de la glándula tiroides. Puede tener un componente familiar, ser producido por la falta de yodo (raro en la actualidad) pero la mayor parte de las veces la causa no es conocida. En el pasado el bocio se trataba con hormona tiroidea. Este tratamiento aunque puede ser efectivo es pocas veces usado en la actualidad debido a que las dosis altas que se deben emplear de hormona tiroidea pueden producir algunos problemas. El bocio se puede asociar a hipotiroidismo, hipertiroidismo o tener el tiroides un funcionamiento normal. El seguimiento se hace con ecografía que permite valorar con gran precisión si ha habido cambios de tamaño. Si el bocio es muy grande y produce molestias al tragar o respirar el tratamiento es mediante cirugía extirpando parte o toda la glándula tiroides y reemplazando su función con hormona tiroidea al igual que en el hipotiroidismo.
4.- Nódulos tiroideos
Dentro del tiroides se pueden producir pequeños bultos o nódulos. Estos nódulos son casi siempre benignos pero si tienen cierto tamaño o ciertas características en la ecografía a veces se hace necesario hacer una punción con aguja fina para estudiar las células y descartar malignidad. El seguimiento es por ecografía y en caso de que la punción sea sospechosa se pueden eliminar con cirugía. Los nódulos tiroideos son extremadamente frecuentes (hasta un 40 % de la población en ciertos estudios) pero la mayoría son pequeños y benignos.
5.- Cáncer de tiroides
Es un cáncer poco común aunque su frecuencia ha ido en aumento en los últimos años. En general tiene un buen pronóstico si se trata adecuadamente y a tiempo. A veces es necesario administrar yodo 131 para eliminar restos microscópicos imposibles de eliminar solo con cirugía. La quimioterapia no se emplea habitualmente en este tipo de cáncer.
Pruebas diagnósticas
En primer lugar el médico examina y palpa el cuello de la persona para ver si la glándula tiroidea ha aumentado de tamaño.
Dependiendo de los resultados del examen, también pueden ser necesarias otras pruebas. Quizás también sea necesario realizar alguna prueba adicional en los casos poco frecuentes en los que no se puede establecer si el problema reside en la glándula tiroidea o en la hipófisis.
Pruebas de función tiroidea
Para valorar el funcionamiento de la glándula tiroidea, se miden las concentraciones de hormonas en la sangre. Se miden los niveles de
TSH
T4
T3
Prueba analítica
Por lo general, la concentración sanguínea de hormona estimuladora del tiroides es el mejor indicador del funcionamiento de la glándula tiroidea. Puesto que esta hormona estimula a la glándula tiroidea, las concentraciones de TSH en la sangre son elevadas cuando la glándula tiroidea es hipoactiva (y, por lo tanto, necesita más estimulación) y bajas cuando es hiperactiva (y, por lo tanto, requiere menos estimulación). Sin embargo, en los casos poco frecuentes en que la hipófisis no funciona con normalidad, la concentración de TSH no refleja con precisión el funcionamiento de la glándula tiroidea.
Al determinar las concentraciones de las hormonas tiroideas T4 y T3 en la sangre, se suelen medir tanto las formas libres como las unidas de cada hormona (T4 total y T3 total). No obstante, si la concentración de globulina transportadora de tiroxina es inusual, la concentración total de la hormona tiroidea se puede interpretar de forma errónea; por ello, a veces solo se mide la concentración de hormonas libres en la sangre. La concentración de globulina transportadora de tiroxina es menor en presencia de nefropatía o de enfermedades que reducen la cantidad de proteínas generadas en el hígado, o cuando se toman esteroides anabolizantes. La concentración es más alta en mujeres embarazadas o que toman anticonceptivos orales u otras formas de estrógenos, así como cuando se padecen las fases iniciales de la hepatitis.
Tratamiento y medicación de las enfermedades de la tiroides
Adaptado a cada caso
Cada enfermedad relacionada con la glándula tiroides y, por supuesto, cada caso debe tener su tratamiento específico. Lo habitual es el tratamiento con levotiroxina en los casos de hipotiroidismo y tiroiditis.
En las personas con hipertiroidismo causado por la enfermedad de Graves el tratamiento puede incluir terapia con yodo, medicamentos antitiroideos y, si no dan resultado, llegar a la extirpación quirúrgica o radiación de la glándula tiroides.
La cirugía se plantea en casos de bocio, si no ha sido posible remitirlo mediante medicación; nódulos tiroideos o cáncer de tiroides.
Prevención de las enfermedades de la tiroides
Evitar el estrés y yodo en la dieta
No hay muchas recomendaciones frente a la prevención de los problemas de tiroides. Evitar el estrés y los trastornos emocionales se apuntan como parte de las medidas de prevención y, sobre todo, seguir una dieta sana y equilibrada que incluya yodo. Una diezmilésima parte de gramo al día es suficiente, pero si se consume más tampoco es perjudicial ya que se elimina por la orina. Los alimentos ricos en yodo son: frutas y hortalizas, hígado, cereales enriquecidos, mariscos y algas.
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